La libertad, como la caridad, empieza por uno mismo. Por eso
no entiendo lo de ayer en Cataluña. Entiendo que se pueda pedir independencia y
lo respeto aunque en absoluto lo comparta. No piden ya autonomía, ni
autodeterminación, piden libertad para Cataluña miles de persona en la calle. Miles
de personas que supongo de todo tipo y condición. Y lo hacen cuando la
situación en Cataluña es la más difícil en décadas. Cuando los recortes en todo
hacen más difícil la vida de los catalanes. Cuando los catalanes son menos
libres en si mismos, menos libres personalmente.
Supongo que entre los manifestantes de ayer habría gente con una economía
desahogada que se pueden permitir perder esfuerzo y tiempo, cuando no dinero,
en solicitar vivir en un estado libre de yugo de la España unida, grande y
libre. Hasta puede que comparta esa manera de pensar, tal vez en esas circunstancias
yo haría lo mismo. Pero igualmente, creo que habría gente en difícil situación,
sin trabajo, o con uno en malas condiciones, con pocas prestaciones sociales, y
con menos perfectivas de futuro. De éstos no puedo entender que pidan algo que
no sea mejorar sus circunstancias personales o familiares. No creo que a su vez
ellos crean que la libertad del estado les va a hacer más libres de lo que son
sin trabajo, con menos derechos y menos independencia (se diga lo que se diga).
Por otro lado, en el sur tampoco puedo entender lo
contrario. Como no se sale a la calle pidiendo esa libertad. No la libertad
respecto al estado español, sino la libertad de cada uno de nosotros. Esa
independencia que como bien dice la palabra nos hace que no dependamos àra
vivir de subsidios, ayudas y demás limosnas provenientes de estados nacionales
o autonómicos. La libertad que tenemos
que pedir los andaluces se conseguirá cuando dependamos de nuestro trabajo, y
de la riqueza que seamos capaces de generar.
Si ayer se celebró la diada en Cataluña, nosotros los
andaluces no podemos esperar al 4 de diciembre para pedir trabajo, exigir que
se cumplan nuestros derechos y no permitir ni un recorte más venga de donde
venga. Nuestra libertad se consigue con justicia, y si hay que pedir la en la
calle, la diada catalana se tiene que quedar pequeña.
Empecemos por pedir libertad, independencia o como quieran
llamarlo, pero para cada uno de nosotros. Otro 4 de diciembre para ser
autónomos cada uno en su casa, lo demás vendrá por añadidura.
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