26 junio 2006

40 DIAS Y ...

Cuarenta días dice la Biblia que estuvo Jesucristo en el desierto ayunando y luchando contra las tentaciones. Cuarenta días también duró la primera guerra del golfo.

Pues eso, 40 días han sido necesarios para que unos niños reciban ayuda psicológica. 40 días y nuestra lucha, nuestra guerra con la administración. 40 días desde que se iniciaron las visitas a su progenitora sin más ayuda que la que les hemos podido proporcionar sus padres preadoptivos. Hoy, después de cuarenta días, una psicóloga ha intentado hablar con ellos, sin mucho resultado. Pero algo es algo.

Han pasado 40 días desde que empezaron a ver a una persona que no conocían y a la que de golpe y porrazo tenían que llamar “mamá”. 40 días de preguntas que no sabemos responder y para las que no hemos recibido ni ayuda ni orientación. Y 40 días hasta hoy que ya no sabemos si es tarde, ya que el trauma ocasionado a dos niños de 3 y 5 años puede ser irreversible. Con el tiempo se verá.

Me he acordado también de la canción de Joaquín Sabina, esa de 19 días y 500 noches. Han sido 19 días desde que en una reunión con la Jefa del Servicio de Protección de Menores, lo exigieramos como urgente, y hoy por fin se ha iniciado el tratamiento psicológico de los niños. 19 días que han parecido 500 noches, por lo largo que se han hecho. Durante estos 19 días de espera por nuestra parte, y de protocolos, informes y papeles por parte de la administración, además hemos tenido que soportar, en una reunión con la delegada de turno, que se nos diga que los niños no han recibido antes la ayuda por que los profesionales de la delegación no lo consideraban necesario, y que hacían su obligación que era cumplir exclusivamente con el auto judicial. Eso entre otras sandeces que ya habrá tiempo de relatar.

40 días, 19 días,… y todo para que hoy mismo y tras otra queja más ante el Servicio de Protección de Menores por la dejadez con lo menores, esta vez en organizar las visitas que tanto les importa, me comuniquen que piensan proponer la reintegración de los niños con su progenitora, a pesar de tener claro que la progenitora no está capacitada para tener a los niños, a pesar de que la progenitora se niega a colaborar, y a pesar de todo lo que está sucediendo en las visitas con los niños, que ellos saben y que se niegan a ver. ¡Habrá que tener poca vergüenza! La excusa, que esta situación es insostenible. En vez de buscar soluciones, matado el perro se acabó la rabia.

¿Insostenible es para la concejería que les estemos presionando diariamente o insostenible que los niños viajen cuatro días en semana a Córdoba, no coman o no estén suficientemente atendidos ? Ahora la solución es devolver los niños a la persona con las mismas o peores circunstancias que cuando se los quitaron. ESTO SI QUE ES INSOSTENIBLE E INADMISIBLE. De todos modos es posible que para que esto ocurra tengan que pasar otros 40 días de papeles, informes, protocolos, proposiciones, comisiones y etc., etc., etc. o tal vez les obliguemos a que tomen la decisión con carácter de urgencia. Ya pensaremos que hacemos, y a ver qué pasa. Ya veremos.

A MODO DE INTRODUCCIÓN

Aunque tarde, sirvan estas, que espero sean breves, líneas para introduciros, a los que desconocéis el tema, en el problema que entre unos y otros han creado y al que mi esposa yo intentamos darle la mejor solución posible. Entiéndase como mejor, la menos mala.

Hace un año la consejería para la igualdad y ¿Bienestar? Social nos dio en adopción preadoptiva dos niños que ahora tienen 3 y 5 años. El 20 de marzo una juez deja sin efecto la adopción de estos menores. Mas tarde, el 10 de mayo la consejería nos comunica que la misma juez ha dictado un auto de ejecución de sentencia en la que ordena que INMEDIATAMENTE empiecen visitas de los menores con su progenitora que se producen de la siguiente manera.

• Martes y jueves de 17 a 19 horas y sábados y domingos de 10 a 20 horas
• Son los menores los que tienen que viajar desde Peñarroya a Córdoba 4 días a la semana y de vuelta a Peñarroya, osea 150 kilómetros y 2 horas de viaje por cada visita. Esto afecta a su descanso, salud y alimentación.
• Los niños no recibieron ayuda psicológica antes de iniciar las visitas después de casi año y medio sin saber nada de su progenitora de la que ni siquiera se acordaban
• Desde el inicio de las visitas no han recibido tratamiento psicológico, ni nosotros, la familia de acogida, ni ayuda ni orientación.
• En las visitas se han producido hechos que merecen la pena que por lo menos La Consejería y la juez conozcan, como así he hecho. Retrasos de una hora, entrega de los niños con fiebre, sin comer en todo un día, etc, etc, etc…hasta el momento nadie ha hablado con los menores para comprobar todo esto. Tampoco nadie quiere asegurarse que lo que afirma la juez en la sentencia para devolver los menores a su madre es cierto.

Todo lo anterior lo conoce tanto el Servicio de protección de menores y el juzgado sin que desde que se iniciaran las visitas el 18 de mayo hasta hoy hayan hecho nada de nada con los menores a pesar de nuestra insistencia para que los atiendan como se merecen. Nadie hace nada por ellos. Seguimos esperando.

21 junio 2006

ES MI OPINION. Y LA DE LA GENTE DE BIEN

Es muy duro que tengamos que dejar que nuestros hijos se vayan con su progenitora (me niego a llamarle madre), yo tal vez ya lo tenga asimilado, a su madre (esta vez si que me sale), mi esposa, le costará más. Es casi imposible tener que cambiar el chips y pasar de educar a dos niños a que reconozcan como sus padres a hacer todo lo contrario, y hacerlo de manera positiva, para que los niños lo asimilen sin que ello les acarree un trauma mayor del que naturalmente les llegará. Lo que ya es inadmisible es que una política y dos funcionarios (responsables de forma directa o indirecta) encima, te quieran hacer comulgar con ruedas de molino. Dicen, amenazan (claro entre líneas), acusan, excusan y todo para salvar su puesto, su honor o su imagen ante los medios de comunicación, pero lo cierto es que siguen jugando con dos familias y con dos niños. Jugando, triste pero es así, por lo menos esa es mi opinión (lo aclaro para que no acusen de vulnerar el derecho de intimidad de los menores). Es una opinión, la mía y la de otros muchos, y espero que esta opinión se la hagan llegar la Delegación para la Igualdad y Bienestar Social al fiscal o la juez, a ver si pueden hacer algo.
En mi opinión todos los niños (lo de todos, para no vulnerar el derecho de intimidad de los menores) ante circunstancias que no entienden deben recibir ayuda psicológica, en la de ellos no, solo si se les solicita.
Sigo. En mi opinión todas las familias de acogida (lo de todas, para no vulnerar el derecho de intimidad de los menores) se les debe dar orientación de cómo tratar circunstancias como en las que ahora nos encontramos.
Sigo más. En mi opinión a ninguna persona (lo de ninguna, para no vulnerar el derecho de intimidad de los menores) debe pasar por lo están pasando o han hecho pasar a dos menores (no pongo sus nombres para no vulnerar el derecho de intimidad de los menores) y a una familia al completo
En mi opinión todo se está haciendo mal. Cada vez peor. Además con ganas de putearnos (es mi opinión) por haber hecho público, y por que les duele salir en la prensa y en la emisora de radio.
De vergüenza, lo importante es “convencerme” para que me olvide de la prensa, y de convencerme de lo bien que lo hacen todo. Que pena. Por cierto, después de 35 días ningún psicólogo ha ayudado a los niños (no digo a cuales para no vulnerar el derecho de intimidad de los menores).
Yo seguiré luchando. Siempre.

Nota: si vulneramos el derecho a la intimidad de los menores la Delegación se lo hará llegar al fiscal.

20 junio 2006

LA JEFA Y LOS NIÑOS

Es grave que unos niños de 3 y 5 años, después de un año viviendo con una familia de acogida preadoptiva, tengan que viajar, así de golpe y porrazo judicial, cuatro veces a la semana desde Peñarroya a Córdoba, para visitar a su progenitora (si, aunque no se lo crea nadie, son los niños los que viajan y así ya llevan un mes). Es más grave que no reciban ninguna ayuda psicológica, que nadie, ni de la Junta ni del Juzgado, se preocupe por hacer un seguimiento de los menores y de las circunstancias en las que se realizan las visitas y que nadie se interese por su salud. Es más grave que por mucho que la familia de acogida solicite que se atiendan a los niños nadie haga ni caso, aunque se diga que si incluso por escrito. Pero lo que ya no tiene nombre (¿o si?) es que el Servicio de “Protección” de Menores mande a Peñarroya, para que los niños viajen otra vez, para cumplir a toda costa el régimen de visitas, un vehículo con conductor. Con conductor, pero sin las correspondientes “sillitas” obligatorias y necesarias para que los menores puedan viajar en un coche con seguridad. Pero lo imperdonable e inadmisible, es que una jefa de servicio de “protección” de menores manifieste que la preocupación de los padres de acogida por que los menores viajen sin seguridad es “una tontería” o que ella paga la hipotética multa. Ya si que tengo claro lo que importa para el Servicio de “Protección“ de Menores. Lo importante es que se cumpla lo que ha dictado la juez, y no importa ni lo más mínimo la salud, y ahora tampoco la seguridad, de los menores. Si esto es proteger a los menores, miedo me da pensar lo que pueden hacer los que ni siquiera los protegen. Es que no se puede hacer peor, ¿o sí?, démosles tiempo y ya veremos.

16 junio 2006

EMPEZAMOS

Estamos probando. A ver si soy capaz de tener mi propio blog. 1, 2 probando. Se me escucha.