Y otra vez tirados en la calle, en la carretera, fuera de
sus casas. Y otra vez con frio, con lluvia, con sufrimiento. Otra vez pidiendo
lo prometido que nunca llega. Otra vez. Parece una maldición bíblica hacia los
habitantes de algunos pueblos del Guadiato: “defenderás con frío el pan de tus
hijos” o “pedirás en la calle lo que te niegan en los despachos”. O tal vez
vaya en los genes de sus gentes. Tal vez sean esas emanaciones, que dicen
tóxicas, del carbón las que les hayan mutado algún gen, y que hace que de
cuando en cuando sientan la necesidad de pasar frío y penalidades para pedir
justicia.
Quizás no sea eso, no. Seguro que es la cabezonería de unos
cuantos, sólo unos cuantos, menos que “los de siempre”, por sobrevivir con
dignidad. Una alcaldesa con dos ovarios bien puestos, unos concejales con
cojones y un pueblo con ganas, y ya están otra vez en la calle. Y las siglas se
quedaron en las urnas de las municipales, que ahora no hay campaña política
sino ganas de vivir.
Y otra vez, se repite la maldición, y pasan los días, y se
acerca la Navidad, y no vuelven a sus casas. Y los que tienen que solucionar el
problema dando vueltas entre despacho y despacho, y entre llamadas y llamadas.
Y vendrán las amenazas disfrazadas de consejos, y las mentiras con la intención
de dividir, y las descalificaciones al líder para hacerle temblar, y las buenas
palabritas con tintes de promesas incumplibles. Y pasarán los días, y allí
segirán, con frío con lluvia y con ganas. Y sólo desfallecerán los que no
tenían las ideas claras desde un principio o los que son fáciles de convencer.
Si ya lo hemos vivido
antes. Si ya tenemos experiencia. Si Belmez ya ha estado en la calle. Por ellos,
y por el Guadiato, y por Peñarroya, …y por que sí. Y otra vez. Y las que hagan
falta. Que esto no es nuevo. ¡Cuántas veces! Y Aurora ya tiene experiencia.
Como muchos y muchas, ella y sus compañeros de ayuntamiento han mamado esta
forma de ser agredidos por las administraciones superiores y esta forma de
pedir justicia. ¿Otra vez a la calle? Pues otra vez. ¿Miedo? Ninguno. Miedo, a
la desesperanza, a la desigualdad, a la injusticia. Y el miedo se combate con
lucha. Nada más.
Luego están quienes defienden su posición en la política por
encima de los intereses de los suyos. Esos y esas que tenían que preocuparse
por la situación de sus representados más que por lo que diga el dirigente de
su partido. Que no digo que apoyen algo que no comparten, pero si que se
interesen y den la cara y dialoguen con los que están pasando frío y humedad y
calamidades. Y no por teléfono, no desde un despacho. Allí, en el “CAMPAMENTO
DE LA ESPERANZA” para conocer in situ por lo que estás pasando esas personas. Y
para tomar lecciones de cómo se lucha por un pueblo y por su gente.
¿Dónde está la presidenta de la Mancomunidad de Municipios
de Guadiato? ¿O es que Belmez no es guadiateña? ¿Ha aparecido la senadora por
Córdoba? ¿O es que Belmez no es cordobesa? Si van a salir en la foto, que
Aurora cuelga fotos de todos los que los visitan. Dejen la política y las
siglas por unos minutos, y vayan cargados de humanidad. Es sólo un gesto, pero
las personas se distinguen por eso, por los gestos. No quiero pensar que no
están trabajando para solucionar el problema. Al contrario, quiero creer que no
dejan de pensar en las soluciones y en contactar con compañeros altos cargos
para conseguir que mañana mismo se levante el campamento con una feliz
solución. Y que los tienen en sus oraciones… Pero un gesto, que ellas son
nuestras representantes, las de todos, estemos o no de acuerdo en las formas de
conseguir salir adelante.
¿Y los ciudadanos? ¡Cómo hemos cambiado! No ya los de
Belmez, no. Nosotros, los de Peñarroya. Los que siempre hemos estado junto a
Belmez. Es también nuestra lucha. ¿Qué esperamos para ir un día todos allí y
mostrar fuerza y unión con nuestros vecinos, hermanos, familia? No hace tanto
que lo hacíamos. Nos hace falta una llamada de atención que no vendrá de
nuestro ayuntamiento, pero que alguien tiene que hacer. Se lo propongo a la
oposición y a los sindicatos. Ya que hemos perdido la oportunidad de celebrar
Santa Bárbara allí con ellos…,el sábado, el domingo, convocad a toda Peñarroya que
vaya con Belmez allí, a ese campamento. Quinientas,
mil, dos mil personas unidas y haciendo fuerza. Que no estén solos y sobre todo
que no lo parezca. ¡PEÑARROYA, BELMEZ NOS NECESITA!
Ánimo vecinos, ánimo Aurora, Pepe, Angel María… todos y todas. Fuerza BELMEZANOS Y BELMEZANAS. Y
perdón si no estamos a la altura. Que pena que hayamos cambiado tanto y nos veamos
así, con esta facha.