26 mayo 2009

26 DE MAYO

Hoy, justamente hoy, hace cuatro años que por primera vez me sentí padre. Aquel 26 de mayo inicié una familia que hoy, ya desecha, ha vuelto a mi cabeza y a mi vida de la forma más cruel posible. Hoy cuatro años después yo tengo otra familia, con otros dos hijos, pero aquellos niños que ahora hace cuatro años decían papá y mamá hoy no tienen familia. Esa es su mayor desgracia y mi mayor sufrimiento y culpabilidad.

Recuerdo cuando llegaron, los primeros días con ellos, aquella primera feria y su alegría contagiada por la mía por el ascenso de Cádiz. Ahora cuando el Cádiz vuelve a subir veo diferencias, la primera que el ascenso es a segunda y no a la categoría de oro. La más importante que seguro que ellos ya no son del Cádiz y que no están para celebraciones.

Después de un año de alegrías llegaron los malos momentos y después finalmente ese adiós que en realidad nunca existió. Una separación por orden de una juez que el aquel momento les quitaba una vida, que nadie puede decir que fuera la mejor posible, pero demostrado ha quedado mejor que la que han tenido en estos tres últimos años y mejor que la que les espera.

El ascenso del Cádiz y la feria, este año los pasan en un centro de acogida. ¿quién les paga eso a esos niños? Y lo que es peor ¿quién le va a dar solución?

A partir de ahora se irá pasando el boom mediático, dejará de hablarse de su progenitora, dejaré de aparecer en esos medios que he utilizado para denunciar lo que a estos niños se les ha hecho, y dejará todo el mundo de preocuparse por su futuro.

Recuerdo que aquella noche de 26 de mayo no dormí pendiente de lo que les pudiera hacer falta. Un año después también pase una noche sin dormir cuando por primera noche no estaban en casa. Hace unos días no dormí pensando en esos niños, en cómo se encontraría y en buscar una solución. Espero no pasar ninguna noche más en blanco por motivo de esos mis hijos, espero que me permitan darle un futuro mejor que el presente que tienen, y sobre todo espero que a partir de ahora sean felices.

Por otro lado están las responsabilidades. La jueza, la Junta, los equipos de tratamiento familiar, hasta yo mismo y todos los que de una manera u otra hemos estado cerca de esos pequeños. Todas esta responsabilidades se quedarán en nada y ojalá me equivoque esos niños vuelven con su progenitora y ésta será considerada víctima e irá por las televisiones cobrando por ello. Y yo que intentaré evitarlo considerado como un loco.

2 comentarios:

Manuel dijo...

No te mortifiques, que lo que hiciste, haces y harás por esos dos niños es lo más hermoso y desprendido que el ser humano es capaz de hacer.
El resto son elucubraciones que se producirán o no, pero lo que sí está claro es que tus vigilias no serán vanas ni inútiles, porque pase lo que pase, es tu corazón, tu enorme corazón el que está reaccionando con toda la capacidad de que es capaz en algo que jamás podrás ignorar, y que es el amor que sentiste, sientes y sentirás por ellos... aunque la distancia medie entre vosotros... o no.

Anónimo dijo...

Hola, Pedro!!!!. No se de qué va todo esto, pero coincido con Manuel en que un corazón tan grande como el tuyo tiene mucha fuerza para sacar adelante lo que sea, porque puede que sea tu amor el que mueva el futuro de esos niños. No te desanimes y sigue adelante con lo que sea que te encuentres en el camino. Un beso. Mª del Carmen Cabanillas Medrano.