CUALQUIERA que tenga una afición la mantiene por el gusto que le da hacer algo diferente a lo que es su trabajo o su vida habitual, sin que nada más que él se imponga unas responsabilidades. En una afición la palabra obligación no tiene sentido.
A nadie se le puede ocurrir que a los muchos filatélicos o numismáticos que habrá en nuestra comarca se le pueda imponer que coleccione monedas de un determinado país o sellos dedicados exclusivamente a, por ejemplo, peces. Los aficionados a coleccionar monedas o sellos dirían en todo caso que ellos hacen con su afición lo que quieren.
Nadie es capaz de decirle a cualquier aficionado a hacer maquetas, qué tiene que representar, o que obligatoriamente debe hacer sus maquetas para que todos sus conciudadanos disfruten de los trabajos que le llevan muchas hora en realizar.
Sin embargo, en nuestra localidad ocurre que muchos de nuestros vecinos se creen con el derecho de poner ciertas obligaciones a quienes por afición se dedican a informar a través de los medios de comunicación locales.
En nuestra comarca la mayoría de los que nos dedicamos a la información a través de la radio o de la prensa, lo hacemos como afición sin más pretensiones que pasarlo bien y en todos los casos, por no más interés que el hacer llegar al resto de nuestra localidad lo que hacen otros de nuestros vecinos.
A cualquiera de nosotros nos gustaría poder estar en todos los sitios donde podamos contar algo que intereses a nuestros paisanos. El único interés que tendríamos en ello es cumplir con nuestra afición. Y seguro que a todos mis compañeros, como a mí, les gustaría poder contar grandes noticias y en el menor tiempo posible.
No olvidemos que estamos hablando de no profesionales de la información. De gente que tiene las mismas o parecidas obligaciones laborales o familiares que cualquiera de los que es noticia en un momento dado o de quien quiere conocer esa noticia con la mayor rapidez y profesionalidad posible.
Pues lo dicho, parece que algunos, muchos, cada vez más, se creen con el derecho de crear una obligación a quienes estamos en esto por afición. Nada más lejos de la realidad.
Esta afición no es más que una manera de gastar dinero y una forma más de dedicarle menos tiempo del que debiéramos a nuestras familias. Y encima en el momento que no hacemos lo que le gustaría a muchos que hicieras eres tan criticado como poco valorado lo éramos mientras lo hacíamos.
Pues señores y señoras, nada de obligaciones. Haremos lo que podamos, sepamos, y sobre todo queramos. Y las obligaciones para quienes quieran peces, que son los que se tienen que mojar. Si algien sabe o puede hacerlo mejor ya sabe donde estamos.
Se habrán dado cuenta que ni una sola vez he utilizado la palabra hobbi. Es castellano, que es muy rico.
5 comentarios:
Eso esta muy bien, pero la Doryyy si cobra. Doryyyyy dimite y vete a tu casa, anda, malisima. Y su jefe tambien cobra y lo hace igual de mal.
Anda, dejar la radio, vemderla, alquilarla, que alguna vez se oiga algo bueno en Pya.
Dory veteeee.
Los Antonios son los que se tienen que ir, que no saben ni hablar.
Y tu, PICALCAN, también. Que cada vez lo haces peor
Estoy de acuerdo sólo en parte, Pical. Si uno se compromete, aunque sea por afición, hay que hacerlo. Aunque es verdad que esto no quiere decir que haya que hacer más que lo que uno se comprometió.
Una cosa es la responsabilidad que cada uno se marque y otra es que alguien desde fuera quiera exigirte algo que va más allá de tu compromiso.
Eso es lo que quería decir.
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