21 octubre 2008

HUELGA DE MAZOS CAIDOS

En este país en el que vivimos siempre ha existido el corporativismo mal entendido. Parece que en un futuro cercano no desaparecerá, más bien al contrario, llega a otros estamentos donde nunca debiera aparecer. Ha llegado a los jueces y a los secretarios judiciales.
Curioso que quienes tienen la justicia en su mano se quieran tomar la justicia por su propia mano. No me he liado, no. Es lo que parece. Aquí parece que alguien se ha creído con el poder de poder decidir sobre los demás, sin que haya nadie que lo controle o por lo menos los sancione cuando se equivoquen.
Ejemplo. Vas tú lías alguna. No hace falta que la líes tu, te la pueden liar. Un juez o una juez decide dentro de su labor como juez, y te sancionan (cuando menos) y te cayas, que de lo contrario puede incurrir en desacato al juez. Hasta aquí normal. Si el que la lía es el propio juez, que a nadie se le ocurra sancionar, o por lo menos intentarlo. Si hablas de los secretarios judiciales, más de lo mismo.
Pues llegado aquí los secretarios y secretarias judiciales se ponen en huelga. Por lo menos éstos últimos han tenido la vergüenza de decirlo con todas las letras. Los jueces lo han hecho también, pero ocultándose, y utilizando algo para no llamarlo por su nombre. La realidad es que hoy por unas horas los jueces y los secretarios de los juzgados no han trabajado.
Aunque protestan por que se sienten ofendidos por que han sancionado a unos compañeros (al juez con 1.500 euros, que se le tenía que caer la cara de vergüenza) dicen que protestan por la falta de medios con la que realizan sus trabajos. De eso se han dado cuenta ahora que les ha tocado a dos de ellos pagar los platos rotos. Hace 3 años, 7, 15 no decían nada y había la misma falta de medios. En todos estos años no les han importado que esa falta de medios la sufriéramos los demás. Es ahora, cuando le toca a ellos, cuando protestan
En este país se le ha dado un poder excesivo a quienes les hemos encargado la tarea de administrar justicia, hasta el punto de que se han creído que están en un nivel superior a los demás y en poseción de la verdad absoluta.
O de una vez por todas se dejan las cosas claras y el estado de derecho deja de ser un estado de justicia o estaremos todos en manos de quienes se creen que la justicia la hacen ellos y que los sus errores los pagamos los demás sin que ocurra nada. Si un error médico, profesional o personal es pagado por quienes lo comete, un error judicial o de procedimiento debe tener las mismas consecuencias. Y dejémonos de corporativismos mal entendidos.

1 comentario:

Manuel dijo...

Ciertamente no he visto nada tan antinatural como el corporativismo radical que existe entre ciertos grupos con análogas actividades profesionales, como la carrera judicial. Pero la otra cara de la moneda se produce cuando a un juez se le ocurre hacer algo a motu propio, es decir, de oficio y sin que medie denuncia al respecto por ningún tercero. Es entonces cuando la propia judicatura se separa entre Asociaciones de Jueces Progresistas y Profesionales, con criterios radicalmente opuestos. Cada grupo entiende la justicia en base a criterios claramente distintos, estimulados por la cercanía a determinadas siglas políticas. Si la justicia es ciega, los jueces deberían ser lazarillos con la bondadosa intención de guiar a ésta por la senda de lo justo que establece la Ley, no dioses omnipotentes e intocables.