Esta noche es de entierro, el de la sardina, Noche de recuperar tradiciones que se están perdiendo. Justo al lado de mi casa se ha celebrado, entre grandes muestras de duelo, el entierro de la sardina que por deseo de los convocantes no ha sido en intimidad. La recién creada Peña Flamenca La Minera ha invitado a todos los vecinos a olvidarse del carnaval y entrar con el mejor ánimo posible en la larga cuaresma.
Un pasacalle con el feretro, después de unas palabras de despedida de parte del "parroco" de turno en el Bar Javi en El Cerro, dió paso a una abundante comida de sardinas y a otras cosas de buen comer y mejor beber para compartir un ratito de frío y humedad.
Espero que la tradición no se pierda y que en posteriores años se siga celebrado y que el cortejo aumente exponencialmente.
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