04 abril 2008

MALO, PEOR, PÉSIMO

MALO, PEOR, PÉSIMO

EN unas elecciones los ciudadanos conceden dos tipos de confianzas. Una la de gobierno, normalmente a los ganadores. Otra la de oposición, generalmente a los que no han sido tan votados como los primeros. Los dos papeles importantes y trascendentes en el futuro de una localidad. El fallo de cualquiera de los dos ocasiona, sin duda alguna, el mal discurrir de cualquier ayuntamiento por acomodo de los que tienen tarea de gobernar.

Cuando tras las pasadas elecciones municipales se conformó en nuevo orden del ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, cualquiera podría presagiar una legislatura repleta de diálogo político, de búsqueda de apoyos y sobre todo de desgaste del equipo de gobierno por parte de los representantes de los partidos en la oposición.

Nada más lejos de la realidad. La alcaldesa y sus concejales gobiernan como si tuvieran mayoría absoluta. Y lo que es peor, así parece que es a los ojos de los ciudadanos. Esto no es sino fruto de una incompetente oposición que no realiza su labor como así lo exigen sus votantes. Parecería que la oposición o no quiere o no puede hacer precisamente eso: oposición.

Una oposición responsable es la que constantemente esta obligando a los que tienen tareas de gobierno a que cumplan sus propias promesas electorales e incluso consiguen colar algunas de las suyas. Por otro lado, es deber de la oposición dar a conocer a los ciudadanos lo que los gobernantes locales hacen, con o sin su apoyo.

Pues en el caso de esta legislatura, y en lo que va de ella, ni una cosa ni la otra. El gobierno local hace y deshace a su antojo. O por el desacuerdo de la oposición, o por el voto de calidad o por lo que sea, los planes de la regidora y sus concejales salen adelante una vez y otra también.

Tampoco podemos decir que los ciudadanos se enteran de lo que pasa dentro de su consistorio. Los opositores rara vez hacen uso de los medios de comunicación para hacer llegar a los ciudadanos los desmanes de los que gobiernan. Parecen creer que con ir una vez al mes a la radio, después de un pleno, ya han cumplido. Así difícilmente se enterarán los ciudadanos de quienes votan en contra de una oposición a la ZEPA en el Guadiato, de qué se contesta por parte del equipo de gobierno a las preguntas de la oposición sobre los problemas del día a día en la localidad o de cuales son las faltas de memoria de nuestra alcaldesa de sus promesas electorales.

No es suficiente con trabajar en comisiones, con votar o con hacer preguntas (que no va a contestar) a la alcaldesa en unos plenos a los que no asisten los ciudadanos. Así la oposición pasa totalmente desapercibida y los que gobiernan hacen lo que quieren hacer. Al fin de cuentas no hay nadie que les apriete.

Así las cosas, si el gobierno es malo, la oposición es peor o incluso pésima. No parecen entender que los votos no se ganan en 15 días de campaña electoral. Y nadie va a venir a hacerles su trabajo.

2 comentarios:

Manuel dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Y lo peor de todo es que, como dice el refrán, el que calla otorga, y este parece ser el caso de la oposición en nuestro ayuntamiento. Esa es la representación que tenemos los ciudadanos, nada de nada.

Éboli dijo...

En Villaviciosa, los plenos se televisan por la tele local y los ve tóoo kiski, aplicar ahí la idea y verás como espabilan. Es diver verlos en vivo y en directo, hagan o no hagan, por lo menos los ve todo el mundo hacer el ridículo.