Hoy, después de mucho tiempo retrasando este momento, he tomado una decisión. Una de las decisiones más tristes de mi vida. Estoy triste y no totalmente convencido de que esta decisión sea acertada. Esta tarde, después de casi tres meses, he vuelto a la emisora. He estado hablando con Luis Recober. De lo divino y de lo humano, y le he comunicado mi decisión de no seguir haciendo “Las Cosas de la Vida”.
Después de charlar y de compartir una cerveza con el buen amigo que considero a Luis y de darle las explicaciones que le debo, he regresado a casa con la sensación de que algo había perdido o que he dejado escapar. Algo por lo que he estado luchando más de 10 años y a lo que he dedicado mucho más tiempo del que seguramente debía. Lo dejo. Mi programa era más que un entretenimiento, mucho más que un simple hobbi o una forma en la que perder el tiempo libre. No puedo ocultar que también ha sido una forma de evasión, pero siempre he querido comportarme con la profesionalidad del periodista o del locutor que no soy. Por eso esta tarde tenía las ganas de llorar de quien deja una parte importante de una vida.
Tengo claro que he meditado largamente durante este verano, incluso antes, la decisión de no continuar; que la he consultado con quienes debía hacerlo; y que he querido retrasar el momento de que esta decisión fuera efectiva, por si cambiaba de opinión. Pero no podía hacerse esperar más el momento comunicarla. Por respeto a Luis y a los oyente de Radio Peñarroya.
Esta decisión es exclusivamente personal, nada ni nadie ha influido en ella. Miento, de alguna forma mi familia tiene algo que ver, y sí ha influido el mucho tiempo que le he robado durante todos estos años y que ahora le tengo que devolver. Nadie más. Nadie me ha obligado, ni me he sentido coaccionado para que deje de hacer el programa. Tampoco hubiera servido de nada. El que deje el programa no significa que deje ni de opinar de la misma manera que antes ni de decir o contar las cosas que crea que tenga de decir o contar. No ha pasado nada que no sea exclusivamente personal que me haga tomar esta decisión. No lo dejo ni enfadado ni enfrentado con nadie. Al contrario, agradecido a mucha gente.
La única razón por la que dejo el programa es por mi falta de motivación para continuar como hasta ahora. Creo que “Las Cosas de la Vida” o se hace con cariño y con ganas o no se puede hacer. El cariño por el programa, por contar las cosas que pasan por aquí o por la gente que ha intervenido o que lo escuchaba no lo he perdido. Las ganas por seguir luchando para que todo saliera todo lo bien que yo quería o que yo podía, esas si, esas de momento no están.
He dicho que dejo el programa. No dejo la radio. Radio Peñarroya ha sido para mí, y seguirá siendo, mi casa. Esa casa a la que entras sin llamar, y sales cuando te parece, para volver cuando quieras. Volveré a ese estudio más pronto que tarde, cualquier día de éstos para quitarme a pequeños sorbitos el mono de radio. Tengo claro que sin la radio no soy yo, o por lo menos no soy el mismo. Seguiré estando para lo que me necesiten en esa casa y para lo que quieran quienes durante tantas tardes han hecho que me divierta delante de uno de esos micrófonos amarillos. Me refiero además de a mis compañeros a quienes han sido los verdaderos protagonistas del programa: los que tengan algo que contar y yo pueda ser de utilidad para que lo cuenten. Y seguiré colaborando con Radio Peñarroya, pero ya si programa propio.
Tengo claro que dejo el programa no de forma permanente. Siempre dejo abierta la posibilidad de volver. Se que un año en silencio va a doler por los diez de emisión, y que me voy arrepentir de lo que acabo de hacer. Pero, sin embargo, quiero dejar claro que no es ni una derrota ni una huida. Es sólo tomarme un tiempo y quizás volver algún día con fuerzas renovadas. Mientras me gustaría que el espíritu del programa no se perdiera y que se puedan contar muchas cosas que se hagan en el Guadiato. Lo mejor es que alguien con ganas, con juventud … con lo que algunos amigos y yo teníamos hace casi 11 años cogiera las riendas y volviera a abrir ese cajón que cerré al final de la temporada pasada. Si es así me alegraré enormemente, si no, quien sabe cuándo…
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