Como podeis imaginar lo de menos es la publicación en sí. Eso es sólo la ginda de un pastel que durante mucho tiempo han cocinado entre todos y que quería dejar en los alumnos el dulce saber de la lectura y de la escritura. Ésta es la forma de conseguirlo, implicándose e implicándolos. Así se fomenta la lectura, no obligándo a leer libros que ni apetece ni entienden.
Hace unos días conversaba junto con otros amigos y escritores sobre lo poco que leen los jóvenes. Defendía la idea de que a los jóvenes no hay que ponerle un libro en las manos, hay que hacer que desde chicos lo tengan entre sus brazos.
Se nota que de donde hay profesores que entienden la educación como algo más que enseñar salen proyectos que se convierten en realidades de las que todos, sus alumnos los primeros, se sienten orgullosos. No es la primera vez que este instituto, con don Antonio a la cabeza, da ejemplo de sabiduria y de enseñanza, y no sólo a los alumnos.
Enhorabuena a las "profes" que se lo han currado, y a los alumnos por saber entender lo que ellas le querían transmitir. Enhorabuena a todos por el libro y por el trabajo. Colorín colorado, esto no puede acabar aquí.
1 comentario:
Sí señor.
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