Creo en el movimiento 15M. En el momento de su nacimiento creí en su espíritu de cambiar las cosas, sin embargo no me parecía correcto el momento elegido. El movimiento nació durante una campaña electoral y ese es el momento de hablar en las urnas. Después si, después de las elecciones si estaba solidarizado con ese movimiento. La democracia real es algo tan bonito por lo que luchar que todos deberíamos escuchar a quienes de verdad se han manifestado para ello.
Me pareció genial la concentración en las cercanías de El Congreso en Madrid, e incluso me manifesté a favor de que todos los ciudadanos nos concentramos en las puertas de nuestros respectivos ayuntamientos en el momento de su constitución con el único interés de exteriorizar el hartazgo de los ciudadanos con la clase política y declarar que otra forma de hacer política es posible. Esa manifestación no debía ser contra un gobierno local en concreto, ni contra una corporación, que posiblemente sean los que menos culpa tienen. Eso si, había que empezar desde abajo y sobre todo era una forma de conseguir que el movimiento no se quedara en Madrid, Barcelona u otras grandes ciudades. Era la forma de que la España rural también gritara BASTA YA.
Si eso hubiera pasado, hechos tan lamentables como los ocurridos en Barcelona tal vez se hubieran evitado. Hechos que condeno enérgicamente. De todas formas, no creo que esa demostración de violencia haya partido de partidarios de este movimiento, más bien al contrario, los violentos se han aprovechado de él. Claro que a los de siempre les ha venido muy bien para difamar al propio movimiento e incluso al gobierno. Pero éste es otro tema.
El verdadero tema es que ahora hay noticia. Noticia de esa de manual de periodismo. Ahora las personas las que muerdes a los perros. Ahora son los políticos los que critican a los ciudadanos. Lo nunca visto, ya lo que faltaba, que los políticos de ayuntamientos para arriba empiecen a criticar a ciudadanos como tu o como yo por decirles que son incapaces de hacer un trabajo real y que estaríamos mejor sin ellos.
Parece que a nuestros políticos (a todos los niveles) les molesta que los ciudadanos nos expresemos. ¿Qué la vamos a hacer? Es lo que tenemos. ¿Y aún se extrañan que queremos que cambien? Claro que eso es imposible, ya es imposible pensar en que ellos puedan cambiar. Tendremos que cambiarlos nosotros. A todos y todas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario