No quiero dejar que pase este día sin hacer una reflexión a lo que precisamente este día significa. La reflexión de todo hombre que presuma de ser hombre. El rechazo total y absoluto a cualquier tipo de violencia en contra de la mujer. Rechazo a todo tipo de maltrato hacia las mujeres ya sea físico o psicológico, personalmente o hacia lo más querido de las mujeres: sus hijos. El hombre que se precie de serlo debe rechazar cualquier palabra que implique menosprecio o que derive en no considerar a las mujeres como iguales.
Espero que con el paso de los años el 25 de noviembre deje de sur un día para protestar y rechazar a quienes se dicen hombres y maltratan a las que, los que de verdad somos hombres, consideramos compañeras. Espero que mi hijo y mi hija, mucho antes de tener mi edad, celebren este 25 de noviembre como el día de la extinción de la violencia de género y de consecución total de la igualdad.
Los verdaderos hombres queremos ser más que vuestros amigos, más que compañeros, más que hijos, más que padres… Queremos ser vuestros, vuestros en vuestra libertad. Los hombres con todas la letras estaremos a vuestro lado para rechazar a quienes pretendan mostrase como superiores, delante de vosotras para defenderos si así lo necesitáis, y detrás para apoyar todo lo que queráis iniciar. Con vosotras para lo que queráis, con nosotros para rechazarlos.
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