En la tertulia que comparto con una serie de amigos por las mañanas en el día de ayer, mientras leíamos el Diario Córdoba, uno de los contertulios al ver este titular:
"Un taller de empleo restaurará la vieja fábrica de harina Santa María"
"Las antiguas instalaciones se convertirán en un museo."
hizo un comentario que creo más que acertado. Mi amigo dijo que las noticias buenas de Peñarroya siempre están escritas en futuro. Y es que es cierto. Aquí todo parece que son proyectos, que siguen siendo proyectos y que seguirán siendo proyectos. Creo que la frase pronunciada en una tertulia matutina e improvisadamente refleja a las claras el sentimiento de muuuuchos de los ciudadanos de nuestro pueblo.
Si malo es el tiempo verbal peor es el sujeto. Un taller de empleo. Otra vez más de los mismo. Aquí todo lo que se haga se hace de la misma forma: por la puerta de atrás. De manera mísera. Talleres de empleo para hacer museos, para un hotel, para restaurar, para... todo. Talleres de empleo que realizan una fase, que se queda en el olvido, para que después se pida otro taller de empleo, y otro y otro más. Para después de los años empezar a reformar lo que en las primeras fase se hizo pero que ya se ha deteriorado.
No quiero entrar en que la calidad de la obra tampoco es la que podían hacer unos profesionales con experiencia. Bastante hacen los alumnos y los propios profesores.
¿Para cuándo un proyecto con una inversión como Dios manda? ¿Para cuándo al Almacén Central se le pone encima una inversión para restaurarlo de una vez por todas y como el inmueble se merece? ¿Para cuándo la Casa de la Cultura o un teatro? ¿Para cuándo una inversión en cultura y en condiciones como los que si llegan a otras localidades?
Yo quiero tener en mi pueblo un proyecto de esos que se llaman faraónicos. Será, en futuro.
Si malo es el tiempo verbal peor es el sujeto. Un taller de empleo. Otra vez más de los mismo. Aquí todo lo que se haga se hace de la misma forma: por la puerta de atrás. De manera mísera. Talleres de empleo para hacer museos, para un hotel, para restaurar, para... todo. Talleres de empleo que realizan una fase, que se queda en el olvido, para que después se pida otro taller de empleo, y otro y otro más. Para después de los años empezar a reformar lo que en las primeras fase se hizo pero que ya se ha deteriorado.
No quiero entrar en que la calidad de la obra tampoco es la que podían hacer unos profesionales con experiencia. Bastante hacen los alumnos y los propios profesores.
¿Para cuándo un proyecto con una inversión como Dios manda? ¿Para cuándo al Almacén Central se le pone encima una inversión para restaurarlo de una vez por todas y como el inmueble se merece? ¿Para cuándo la Casa de la Cultura o un teatro? ¿Para cuándo una inversión en cultura y en condiciones como los que si llegan a otras localidades?
Yo quiero tener en mi pueblo un proyecto de esos que se llaman faraónicos. Será, en futuro.
4 comentarios:
¿Como sabeis si Peñarroya no es el infierno de otros lugares?.
Estoy de acuerdo con el minero ... salvo en un matiz ... no sabemos, o al menos yo no lo sé, si Peñarroya es el infierno de otros lugares... la impresión que yo tengo es que Peñarroya Pueblonuevo... es la misma morada de Lucifer... o de LUCIFERA, por lo de la cuota de género ...
Pedro, esto sí que se llama poner el dedo en la llaga.
lo siento amigos, parece que no quereis enteraros, pero aqu� siembras ajos y salen chumberas.
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