19 marzo 2008

EL VALOR DE NUESTRA SEMANA SANTA

Con sólo dar un paseo por las localidades del Valle del Guadiato durante los días de Semana Santa no llevaríamos grandes sorpresas, muy positivas la mayoría. Con sólo interesarse por cómo es, como ha sido y como se vive la tradición cofrade en algunos de nuestros pueblos, el interesado dejará de pensar, si así lo hacía, que la Semana Santa en el Valle del Guadiato es algo minoritario y de poco valor histórico, cultural, artístico y participativo. En realidad, todo lo contrario.

Demos un paseo por algunas de las localidades guadiateñas. La Semana Grande de Fuente-Obejuna destaca por la antigüedad de las hermandades que la componen y que se remontan a los inicios de la edad moderna. Igualmente podemos citar la antigüedad de algunas de sus imágenes o incluso curiosidades en las celebraciones como puede ser los tradicionales cuarteles, la celebración de la procesión de la resurrección en la madrugada del domino o la existencia de una hermandad compuesta sólo por mujeres. En los últimos años los melarienses tienen a orgullo la representación teatral de “La Pasión” como algo más que engrandece se Semana Santa.

La seña de identidad de la Semana de Pasión de Peñarroya-Pueblonuevo recae sobre la duplicidad de imágenes que en algunos momentos coinciden en el tiempo en sus estaciones de penitencia en los diferentes distritos de la localidad. Igualmente podríamos destacar la inigualable procesión de los mineros y las diferentes formas de cargar los pasos.

En Belmez destaca el valor artístico de las imágenes que posesionan en su Semana Santa, obra todas ellas del imaginero Antonio Castillo Lastrucci, considerado, sin duda, uno de los grandes imagineros del siglo XX.

Las tradiciones del “Judas” o “la quema del Judas” se repiten tanto en Espiel como en algunas de las aldeas melarienses y belmezanas como actividades destacadas en el final de su Semana Santa. Y así podríamos seguir por todas y cada una de los pueblos que componen nuestra comarca que seguro, como las antes mencionadas, nos permiten disfrutar de bellos y emocionantes momentos.

Por todo ello podemos decir que Semana Santa en el Valle de Guadiato en su versión más religiosa, o si quieren en su versión más populistas y cofrade se celebra como en otros lugares de la geografía española, andaluza y cordobesa, eso si, mostrando unas diferencias destacables que las hacen únicas y diferentes a las de otras localidades.

Y sin embargo son desconocidas, tanto para los propios habitantes de nuestro valle, y lo que es peor, también por los de fuera de nuestras fronteras. Durante los últimos años se ha incidido en las bondades de nuestra naturaleza y esta pasando desapercibido el esfuerzo de muchas personas para mantener nuestras tradiciones. No podemos pretender que nuestra Semana Santa sea considerada de interés turístico internacional, pero si que se diera a conocer a propios y extraños. Sin duda que puede entenderse como parte de nuestra riqueza y crearla en forma de turismo tradicional y cultura. A quién corresponda.

2 comentarios:

Revertiano dijo...

Hombre, hombre, hombre...
Otro laico, laicista y apático (¿o era agnóstico?) fascinado por la religión superficial y folclórica de la Semana Santa.
Pero para defenderla hay que quedarse a verla y hacer bulto, porque si todos los que la defendemos nos vamos a la costa...
Yo jamás comentaría de una fiesta del PCE, vamos, que no me interesa, pero otros venga y dale que te pego a comentar todo cuanto se mueva relacionado con la religión aunque le importe un pimiento.
1-0

Manuel dijo...

Manda güevos ....