Las urnas han hablado. Los ciudadanos, menos que en otras ocasiones. Demasiada abstención. Digamos que sólo han votado 6 de cada 10 andaluces. Algunas consideraciones.
El PP a pesar de ganar las elecciones no ha llegado ni a los votos que habían obtenido en el 2008. La verdad es que han bajado algo menos de la proporción en la que ha aumentado la abstención. Sabiendo que normalmente el votante del PP es mucho más fiel que el de otros partidos, podemos decir que el PP se ha quedado con lo que tenía o ha subido muy poco.
El PSOE ha perdido 660.000 votos. El 30 por ciento de los obtenidos en 2008. Teniendo en cuenta la abstención, podemos decir que el PSOE ha perdido aproximadamente un 20 por ciento de los votos. Enorme pérdida, pero menos.
Lo que hay que ver es donde se han ido esos votos. Naturalmente que a IU, que ha ganado 120.000. Pero también a UPyD que, a pesar de no obtener representación, han consegudo 100.000 votos más.
También han obtenido votos, más o menos, una “infinidad” de partidos aparecidos por las ganas de votar a algo diferente, aunque alguno de RISA. En total otros 29, que salvo el PA, no han llegado ni al 1 por ciento de los votos emitidos.
Si repartiéramos diputados proporcionalmente al total de votos conseguidos por los partidos que al menos hayan tenido un respaldo superior al 5 por ciento de los votos emitidos el Parlamento Andaluz tendría 48 diputados el PP, 47 del PSOE y 14 de IU. Dos menos para el PP y dos más para IU, que lo que es en realidad, pero así se representa mejor el punto y poco que el PP ha sacado al PSOE.
De todo ello, se pueden sacar muchas conclusiones. La más importante, a mi entender, es que Andalucía o sigue siendo de Izquierdas o no se atreve a ser de derechas. Tal vez sea el miedo.
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