Termina el día. Y me iré a la cama con la sensación de haber vivido un día intenso. Diría que uno de esos días agradables en general pero que por otro lado te dejan algún mal momento.
El día empezó con la felicitación de mis seres más queridos y cercanos, mi esposa y nuestros hijos nada más levantarse. Sólo por esos minutos, antes de salir de casa, merece la pena cumplir años. Además ya las vísperas habían traído buenas noticias en cuanto a la unión para siempre de nuestra familia. Un regalo por anticipado.
Posteriormente, durante todo el día el recibido las felicitaciones de muchos amigos y familiares. Muchos lo han hecho gracias a las redes sociales. Me han alegrado todas y algunas hasta me han emocionado. Me había propuesto contestar a todas, y creo que así lo he hecho. Espero que no se me haya pasado contestar y agradecérselo a nadie que me haya felicitado. De verdad, gracias a todos y a todas. Me he sentido querido, y creo que ese es el mejor regalo de cumpleaños.
Tengo la suerte de compartir el día de mi cumpleaños con el de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Y aunque creo que eso de los días internacionales es una tontería en la mayoría de los caso, no esta mal que tengamos un día (internacional o no) para reconocer a las mujeres. Así que se han intercalado mis felicitaciones recibidas con mis reconocimientos a la mujer que comparte su vida conmigo, y a las que de una forma u otra quiero y admiro. Esas son mi esposa (la primera), mi madre, mi hija… y otras mujeres (de mi familia y amigas) que no puedo olvidar en un día como éste. Con muchas de ellas he compartido hoy besos y cariños. Y esos nunca sobran.
Durante todo el día he estado tentado de felicitar también a aquellos hombres que no saben que es la igualdad porque para ellos desde siempre las mujeres han sido compañeras. Para los que todos los días y de verdad son días para la mujer. Esos son los hombres con todas las letras. Hombres para los que una mujer es mucho más que una hembra y no entienden su vida si no están junto a las mujeres a las que quieren. Felicidades también a vosotros.
Una mujer, que es y ha sido siempre como mi hermana, me ha hecho llegar una mala noticia, con unas frases que me han emocionado. Ella, y otras dos mujeres también muy importantes para mi, están sufriendo porque otra mujer esta pasando por malos momentos de salud y aunque ellas saben que es ley de vida, … duele. Ha sido la mala noticia del día. Sin embargo, me he quedado satisfecho por la “alegría” que me han hecho llegar al saber que están viviendo estos malos momentos con la tranquilidad de hacerlo en familia.
Casi terminado en día he compartido un ratito de “ronroneo” con mi buen amigo. Comentando el día y la semana. Un buena guinda a un tarta de cumpleaños. Y aunque una posterior conversación con otro amigo me ha dejado algo tocado, no voy a permitir que nadie amargue este día, y menos a quienes este amigo se ha referido.
Pues eso, gracias.
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