Habréis observado que no he respondido a ningún comentario de mi artículo anterior en este blog. Pido disculpas a quienes lo esperaban, a quienes hacen su comentario sin esconderse en el anonimato. A esos que no son capaces de dar la cara, supongo que por miedo a no se qué, también les agradezco sus comentarios y sus visitas, y aunque quisiera que tuvieran la libertad para identificarse, me contentaría con que por lo menos fueran libres de expresar su opinión sin necesidad de faltar a nadie y sin intención de herir. Supongo que es lo que nos toca.
A todo, o a parte de lo que se ha dicho (no a lo que se me ha dicho), contestaré en una próxima publicación cuando llegue su momento y tenga ganas de responder. Ahora no tengo ánimos para ello, pero todo llegará y cada palo tendrá que aguantar su vela, aun a riesgo a que se me vea el plumero, algo que no he escondido nunca, tal vez por que no tengo miedo a lo que me digan. Me expongo a ello al usar mi libertad.
Lo siento por quienes tienen que seguir esperando, masoquistas ellos y ellas.
1 comentario:
jaja
Publicar un comentario