21 diciembre 2006

Este año que los Papas Noels de las tiendas de los chinos inundan ventanas y balcones españoles he elegido esta tradicional postal navideña para que sean los Reyes Magos de toda los que visiten todos vuestros hogares, dejando FELICIDAD, PAZ Y ALEGRÍA y lo que necesiteis para que todos vuestros proyectos se hagan realidad el próximo año.

Especialmente espero que estos magos visiten a los dos niños que el año pasado visitaron en esta casa y que ahora solo ellos saben donde están y les dejen todo lo que ellos quieran y necesiten.

Junto a la postal y a la felicitación también os dejo un cuento de navidad de Paulo Coelho que me encanta. Espero que también os guste. FELICIDADES A TODOS.

Siempre esta viva la fe en el corazón de los hombres... Dijo el sacerdote al ver la iglesia llena. Eran obreros del barrio más pobre de Río de Janeiro, reunidos esa noche con un solo objetivo común: la misa de navidad. Se sintió muy confortado. Con paso digno, llegó al centro del altar. a, b, c, d,...
Era, al parecer, un niño el que perturbaba la solemnidad del oficio. Los asistentes se volvieron hacia atrás, algo molestos. a, b, c, d,...
¡Para! - dijo el cura. El niño pareció despertarse de un trance. Lanzo una mirada temerosa a su alrededor y su rostro enrojeció de vergüenza.
¿Que haces? ¿ No ves que perturbas nuestras oraciones?
El niño bajo la cabeza y unas lagrimas se deslizaron por sus mejillas... ¿Donde está tu madre? - insistió el cura.
¿No te ha enseñado a seguir la misa?
Con la cabeza baja el niño respondió: Perdóname padre, pero yo no he aprendido a rezar. He crecido en la calle, sin padre ni madre. Hoy como es navidad, tenia la necesidad de conversar con Dios. Pero no sé cuál es el idioma que ÉL comprende, por eso digo sólo las letras que yo me sé. He pensado que, allá arriba, ÉL podría tomar esas letras y formar las palabras y las frases que más le gusten.
El niño se levantó. Me voy - dijo -. No quiero molestar a las personas que saben tan bien cómo comunicarse con Dios.
Ven conmigo - le respondió el sacerdote. Tomó al niño por la mano y lo condujo al altar. Después se dirigió a los fieles. Esta noche, antes de la misa, vamos a rezar una plegaria especial.
Vamos a dejar que Dios escriba lo que ÉL desea oír. Cada letra corresponderá a un momento del año, en el que lograremos hacer una acción, luchar con coraje para realizar un sueño o decir una oración sin palabras.
Y le pediremos que ponga en orden las letras de nuestra vida. Vamos a pedir en nuestro corazón que esas letras le permitan crear las palabras y las frases que a ÉL le agraden.
Con los ojos cerrados, el cura se puso a recitar el alfabeto.
Y, a su vez, toda la iglesia repitió: a, b, c, d,...

6 comentarios:

Martín Carmona dijo...

Feliz Navidad para vosotros también. Es triste echar de menos a un ser querido, pero más triste no saber de él. El tiempo al tiempo, se suele decir, ahora no podréis disfrutar del cariño de dos niños, pero seguro, que algún día; podreís contar con el amor de dos hijos. Puede que sea o no cuestión de fe; pero que nunca falta al igual que vuestras oraciones. Un abrazo. Martín Carmona

Picalcan dijo...

Gracias a ambos. Que vuestra fe también se haga en mi para no perder la ilusión. Fuerte el abrazo para vosotros y todos los vuestros.

Anónimo dijo...

Bonito y entrañable cuento. Yo también le pido a Dios que ponga en orden las letras de la vida de esos niños y que sea junto a las vuestras.¡Ánimo!

Antonio Jesús Cobos dijo...

La fe y la esperanza siempre debe ser lo primero en tener y lo último en perder.
PAZ y FELICIDAD. Sobre todo para esos niños que seguro también os echan de menos.

Revertiano dijo...

Creo que ya está todo dicho, y muy bien por cierto. Yo, por mi parte, ahora mismo me pongo a recitar lo único que se me ocurre para que Alguien allá arriba lo interprete y lleve felicidad a esos niños y a todos vosotros: a, b, c, d, ...

Éboli dijo...

Felicidades, querido Pical, y seguro que esos niños cuando la mágica noche de Reyes miren las estrellas del cielo pensarán en vosotros, y nada ni nadie podrá ponerse enmedio de ese camino que seguiran esos hermosos sentimientos que llegaran a Peñarroya y tu casa en forma de suave aire navideño. Un beso