Un mundo mejor ha empezado a existir hace tan sólo unos días tras la muerte de otro dictador, otro de los que aún quedaban, y que por respeto al pueblo chileno no me atrevo a nombrar. Otro dictador que ha muerto en la cama, en la cama de un hospital. Otro asesino de vidas y libertades que se ha ido para siempre en un lugar diferente al que corresponde a esta clase de seres (no humanos). Gente como ésta debiera vivir sus últimos años y naturalmente perder la vida no en hospitales ni mucho menos en su casa (generalmente mansión) sino en otros lugares que no debiera ser otro que una jaula con rejas, y en su defecto la cárcel.
Los chilenos pueden presumir, si es esa la palabra que se puede utilizar, de que el dictador ha muerto cuando desde hacía años había dejado de mal gobernarles. Al pueblo chileno y a la gente de bien le queda el consuelo de que, si bien la muerte ha atrapado al dictador antes que la justicia, ésta ha hecho posible que sus últimos años los haya mal vivido escondiéndose y perseguido como lo que el cobarde que era.
La globalización que sufrimos en los últimos años ha propiciado que por una parte todos sintiéramos como nuestro el sufrimiento que había causado y por otro que gracias a la justicia española, el dictador chileno haya sido repudiado por una amplia parte del planeta. Una enorme y estupenda diferencia sobre otro que nuestros padres e incluso abuelos tuvieron que sufrir en la soledad de una España casi olvidada, o por lo menos desconocida, por el resto del mundo. Este dictador chileno ha muerto, sin poder, perseguido por la justicia y repudiado por todo el mundo de bien y sobre todo escondido. Un orgullo para los chilenos, que sin embargo, es pequeño consuelo para quienes sufrieron en sus propias carnes el dolor infinito por él infringido.
No permita el pueblo chileno que una vez muerto el cobarde gane una sola batalla más. No permitan los chilenos que ya muerto el malvado los divida como lo hizo en vida con familias enteras y por ende con su propio país. Que no permitan que Chile se divida una vez más, siendo un perro el motivo, como hace treinta y tres años Es ahora cuando los chilenos y chilenas debe impedir que cual Cid Campeador, el dictador gane una nueva batalla después de muerto. No puede ser. No debe ser. Desde el último aliento del dictador, Chile deber empezar a vivir sin nada más que el recuerdo de los que se quedaron en el camino que lleva a la libertad y el olvido de quién los maltrató durante años. Esa debe ser su enorme victoria. Como se dice en España. Muerto el perro se acabó la rabia. A partir de aquí: justicia y VIVA CHILE EN LIBERTAD Y EN PAZ.
8 comentarios:
asi es, el perro ha muerto, pero su leva aun persiste en su inocencia, esperamos tantas diferencias, logren disiparse, mi corazon de pintora asi lo pide, un saludo a cordoba. invitenme a exponer, no se arrepentiran un saludo cordila
como tu dices el perro ha muerto mas la leva de seguidores, (pocos) pero molestan hacen ruido aun persisten en la inocencia del dictador y de toda la dictadura, quizas engañados quizas convencidos un saludo amistoso, desde chile, envienme post y puedo entregar post para uds,
ahora falta Fidel....
Ídem y amén a todo lo dicho por Pical... y por el "usuario anónimo".
Fidel, CHIna, COREA del NORTE, el ÁFRICA SUBSAHARIANA.... y seguimos.
¡MALDITOS!
Suponía que los visitantes de la casita eran gente de bien y que iban a estar de acuerdo con esta publicación. También sabía que saldría el nombre del dictador cubano, qué talvez haya seguido el mismo camino que el chileno o poco le queda. Pero tal y como digo en mi primera frase solo ha desaparecido "otro dictador" y como bien ha recordado Antonio Jesús ojalá no tarde mucho en que le llege la hora (de dejar el poder) a otros muchos.
el anonimo ero yo .)
Este perro está más muerto que nuestro legendario Terrible, aprovecho para comunicarles con el debido respeto de la creacion de un blog que paso a gestionar y el cual se encuentra a vuestra disposición (que empalagosete, je, je).
http://minero-elterrible.blogspot.com/
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