Existe un parecido razonable entre las expresiones y la forma de actuar de futbolista y políticos. En más de una ocasión hemos oído a unos y otros expresiones como “me debo a unos colores”, “me debo a mis simpatizantes”, “estoy muy a gusto aquí” o “no me he planteado marcharme”. Estas frases las podéis poner en boca de cualquier futbolista de moda de un equipo de media tabla, o en la de políticos o políticas de cualquier lugar de la tabla y que va desde concejales a ministros.
La forma de actuar de unos y otros después de haber repetido n veces frases como las anteriores también es la misma. Los jugadores dejan al que ha sido el equipo de toda su vida para marcharse al primer equipo que le hace una oferta tentadora, a pesar que este último sea el eterno rival del primero y que hasta ese momento era su principal enemigo. Ejemplos todos lo que queráis y ninguno es el primero ni tampoco será el último. En la mayoría de los casos el deportista aparece en rueda de prensa derramando lágrimas. Lágrimas que todos entienden como de tristeza por abandonar “sus colores de toda su vida” y que en muchos casos he pensado que esos lloros son de alegría al pensar como va a aumentar su cuenta corriente.
Naturalmente que en política ocurre algo bastante semejante. Un presidente de comunidad deja su cargo en cuando puede irse caminito de Madrid a pesar de que en infinidad de ocasiones dijera que con llegar donde había llegado había cumplido sus expectativas. Igualmente una alcaldesa deja su sillón y se marcha a formar gobierno con su eterno rival y derrama sus lagrimitas en el adiós. Y me refiero a casos actuales, pero seuro que si nos ponemos a recordar, en nuestra historia reciente existen infinidad de casos.
Claro está que tanto a unos como a otros no les creemos cuando declaran amor eterno a sus colores o a sus cargos y que éstas las llevan bien aprendidas de casa. También supongo que habrá casos, en uno y otros, que no aceptan la oferta y que de ellos no nos enteramos, pero me parece que son los menos.
La diferencia de entre futbolistas y políticos estriba en que los primeros son profesionales, y así lo declaran, y los cambios de colores lo hacen por dinero. Pero los cambios de cargo o incluso de chaqueta ¿por qué lo hacen los políticos? ¿Por dinero o por cosas mas viles? Mejor no contestar a la pregunta, así no nos enteraremos de en qué manos estamos.
4 comentarios:
No me gusta tu nueva casita, quéjate al arquitecto.
Como bulgarmente se dice nos la quieren meter doblada, por supuesto que ya no nos creemos a nadie y menos a los politicos,la grabedad de todo esto es que estamos en manos de los politicos y no de los futbolistas,aun que para el caso sería lo mismo ¿no?, saludos Pical.
¿habías oída la frase de un político ruso que decía que los políticos construyen puentes donde no hay ríos? pues eso....
Los políticos lo hacen por eso, por ser políticos, que es lo mismo que decir "poli=polivalente; ti=timador; co=corrupto"... o al menos es lo últimamente están demostrando, que no hay cajón donde no hayan metido mano.
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