De verdad que ayer, cuando me
dijeron que del balcón de ayuntamiento colgaba una pancarta en la que se ponía
de manifiesto la quiebra del mismo, me asusté. Me puse en lo peor. En un primer
momento pensé que era cosa de los trabajadores que habían tomado esa decisión
ante la noticia de que no iban a cobrar sus nóminas. Era el primer estallido social en el pueblo en
grave situación social. Un gran colectivo que ante lo que se les venía encima empezaban
con las protestas, y que no sabríamos donde llegarían.
Al poco rato me sacan de mi error
y me confirman que la pancarta estaba diseñada y colocada por el propio equipo
del gobierno del ayuntamiento que declaran en huelga. Atónito me llegue a
quedar. No es posible. Esto sobrepasa todo lo que me podía esperar de los
seudopolíticos que malgobiernan nuestro
ayuntamiento (como otros muchos de España).
Una vez que conseguí aceptar mi
asombro, se apoderó de mí ser un miedo aún mayor que el inicial. Se había
convertido en pavor. Si ante el problema sobrevenido que puede llevar a la
quiebra a nuestro ayuntamiento la primera respuesta pública de un equipo de gobierno
es poner una pancarta en la fachada del ayuntamiento ¿qué podemos esperar en un
futuro?
Pero es que pasan 24 horas y
mientras la pancarta sigue allí colgada (lo que demuestra que en este pueblo no
hay nadie con un poco de coherencia que les haya dicho a los artífices de tal barbaridad,
que mejor que la quitasen por mejor imagen de la localidad, de ayuntamiento y
de ellos mismo), la señora alcaldesa va a la radio local a contarnos el pasado.
Se remonta incluso a épocas de Álvaro Muñoz (que en paz descanse) aunque la
mayoría de su intervención se relaciona con Luisa Ruiz. O lo que es lo mismo,
que en vez de exponer la situación actual y contar el próximo futuro que le
espera a nuestro consistorio, nos vemos trasladados por arte de magia 2 años
atrás y nuevamente en campaña electoral nos habla de lo rematadamente mal que
ha actuado Luisa Ruiz en el caso Gestagua y por lo que ésta no puede seguir
siendo alcaldesa.
QUE NO. Que le 22 de mayo no hay
elecciones. Que eso pasó desafortunadamente para este pueblo hace 2 años. Que
ahora Luisa Ruiz no es alcaldesa, ni manda lo más mínimo en otro lugar que no
sea su casa. Que la alcaldesa del ayuntamiento en quiebra es María Gil. La
misma que preside un equipo de gobierno que el primer paso para afrontar un
problema de tal magnitud es colgar una pancarta para que la gente se entere lo
mala que era Luisa. Como si todavía tuviera que ganar las elecciones otra vez
más el próximo día 22.
Pero claro, mejor que hablara del
pasado, que por lo menos eso se lo tiene estudiado. Porque para decir lo que ha
dicho del presente y, sobre todo, del futuro de nuestro ayuntamiento mejor que
hubiera seguido recordando tiempos pasado hasta remontarnos a épocas
pretéritas. Lo mejor de todo lo dicho, ha sido su intento de tranquilizar a
trabajadores y proveedores, después de poner en la fachada la palabra QUIEBRA
junto a la de AYUNTAMIENTO. De risa. Como el que quiere apagar un incendio que él
mismo ha provocado en una gasolinera, con un vaso de agua. Lo dicho, de risa.
Recuerdo durante la campaña que
la propia alcaldesa criticaba la gestión de su antecesora en el “caso Gestagua”.
No era la única, yo mismo también lo hice, y aún creo que la anterior alcaldesa
pudo equivocarse. A los hechos me remito. Aún pudiendo tener razón en el fondo
de la cuestión, llegar a unos pleitos sin la absoluta seguridad de ganarlos (y
más por esos montantes) es un verdadero error. Y lo digo por propia experiencia
y hasta supongo que eso lo admitirá la propia exalcaldesa.
Recuerdo que la entonces
candidata proponía soluciones al contencioso con dicha empresa antes de que se
llegara a un momento como el que hemos llegado. Supongo que en casi dos años de
mandato no ha habido tiempo de solucionar este tipo de cosas que tan acuciantes
eran hace tan sólo dos años. Es posible que no haya dado tiempo realizando
tantos proyectos como se han realizado, tantos presupuestos como se han
redactado, o tantas bolsas de trabajo como se han creado en “tan sólo” dos
años. Por poner algunos ejemplos. Claro, que si no ha dado tiempo es por la
herencia recibida.
En definitiva, qué rápido ha
estado el equipo de gobierno del ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo en idear
algo tan “formidable” como colgar una pancarta en el balcón del ayuntamiento en
quiebra, con lo que se tarda en ese mismo ayuntamiento en idear algo que saque
a su pueblo de la situación en la que se encuentra. Por lo menos, casi dos
años. Esto debe ser lo que antes llamaban política pancartera. Algo es algo.
De la pancarta tendremos que
seguir hablando. Así que: “en el próximo programa hablaremos del gobierno”.
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