12 enero 2007

PROPOSITOS PARA EL AÑO NUEVO

En esta ocasión, como en muchas anteriores, con la finalización de un año, que puedo considerar nefasto hasta el último día, y sobre todo con el inicio de otro nuevo periodo de 365 días me he hecho los propósitos y deseos que casi todos hacemos en estas jornadas. Durante este año 2007 me he propuesto mejorar y progresar en el trabajo, colaborar y ayudar más a los demás, hacer deporte, adelgazar, alimentarme más saludablemente, prestar más tiempo a mi esposa, dedicar más tiempo a mi familia y amigos, aprender cosas nuevas (no solo inglés), conducir más prudentemente, cuidar mi salud y fundamentalmente ser más positivo y tomarme la vida con más calma.
Durante los primeros días del año, antes de que termine la temida cuesta de enero ya me voy dando cuenta de cuales de todos esos propósitos seré capaz de cumplir aunque sea solo durante parte del resto del año. Incluso en los pocos días que ya se han cumplido de nuevo ejercicio he empezado a descartar alguno de los deseos que hace poco ideé. Progresivamente con el paso de los días y meses irán cayendo al cajón del olvido muchos de los demás, hasta acabar como todos los años repitiendo los mismos proyectos que en esta ocasión dentro de 350 días, cuando otro año esté a punto de acabar. Y así sucesivamente. Año tras año, propósito tras propósito, en una interminable cadena que de alguna manera tendrán que tener final.
Esto me ocurre a nivel personal desde hace ya más o menos una década y tengo la impresión de que nos ocurre igualmente a nivel colectivo. No creo que sea casualidad, pero tengo la sensación que a la ciudad de Peñarroya-Pueblonuevo y a toda su comarca le sucede lo mismo con sus proyectos y deseos que a mí con los propósitos de año nuevo.
Y así en el último mes, casualmente poco antes y después de cambiar de año, volvemos a escuchar como nos presentan nuevamente esos proyectos que nos prometen que durante el año que ahora empieza se van a hacer realidad de una vez por todas. Se van a iniciar tales obras, se van a terminar las que se empezaron hace años, va a aparecer tal o cual empresa, se van a crear puestos de trabajo, se va a poder contar mejores servicios, y fundamentalmente seremos más positivos. Es decir, los mismo proyectos y promesas que venimos escuchando año tras año y parecido cajón del olvido en el que caerán. En este caso, y desgraciadamente, ésto viene ocurriendo desde hace más de una década.
A nivel personal de todos esos propósitos hay varios que por prescripción facultativa tendré que tomarme en serio algunos y tendrán desde ya tendrán que dejar de ser propósitos para convertirse en realidades y así evitar males mayores. Este año sí.
En esto también encuentro una sorprendente coincidencia con el valle del Guadiato. Este año es en el que se tienen que cumplir todos esos proyectos si queremos tener futuro. Este sí. ¿O será otra vez que no?

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