Hoy hemos ido a recoger la sentencia
y su correspondiente auto de firmeza de la adopción de mi hijo. Ya tenemos esos
papeles que certifican lo que ya todos sabíamos. Al recogerlo he sentido una
situación rara. Una sensación de impersonalidad. He recogido un papel, sólo un
papel… pero ¡tan importante! Pero me he sentido sólo, en una situación fría,
sin la sensación de alegría que me creí que iba a estar presente en ese
momento. Todo muy impersonal, incluso para el niño, cuando no hace tanto iban
de mesa en mesa saludando y jugando con los trabajadores y trabajadoras de ese
servicio.
La persona que nos lo ha
entregado, una desconocida. Una joven que nos ha antendido correctamente y que
al despedirse no ha dado una fría enhorabuena. Tampoco se le puede pedir más,
ya digo que era una total desconocida. La caras que nos rodeaban en ese momento
todas desconocidas. En el servicio de protección de menores no queda nadie de
las diferentes personas con las he compartido muchos momentos en estos últimos
12 años. Ahora que finaliza todo no hemos podido compartir el instante con
nadie de esos y esas que muchas veces me han apoyado, nadie de esas personas
con las que he tenido mis más y mi menos por lo que creía cosas mal hechas,
nadie de esas que conocieron a los niños antes que yo y que cada vez que los
veían se deshacían en cariños hacia ellos. Sólo hemos reconocido la cara de la
muchacha que presta el servicio de seguridad y que siempre nos ha atendido magníficamente.
Ha sido el final que no me
esperaba, pero que certificaba lo que muchas veces he dicho. Siempre, salvo
excepciones, me he sentido casi abandonado a mi suerte por parte de la administración
en esta experiencia que es ser padre adoptivo. En doce años han pasado muchas
cosas. Algunas muy graves, otras muy agradables, y tanto en éstas como
fundamentalmente en las primeras he creído que debería haber recibido más apoyo
de la institución que me dieron a los niños y que tenían que velar por ellos
principalmente. Ahora queda el servicio de post-adopción del que tampoco espero
mucho, por no decir nada. Ni siquiera sabía que existía después de dos años
desde que terminara la adopción de mi hija mayor.
En un esfuerzo por dar las
gracias a alguien, por mostrarle mínimamente mi alegría a alguien e incluso por despedirnos de
alguien y que vieran por última vez a quién han tenido en custodia durante más
de 5 años, he intentado por dos veces ver
a la jefa del servicio de protección de menores, cuyo nombre se nos ha hecho
familiar ya que ha firmado todos y cada uno de los documentos que en el caso de
mis hijos se han sucedido. Con ella también compartimos el peor momento de
nuestra vida cuando sufrimos el abandono de los niños que anteriormente
quisimos adoptar. Ella sufrió mi ira y nos vio llorar y sin embargo ahora no me
he podido despedir de ella. Mañana mismo me intentaré poner en contacto con
ella a través de su nueva secretaria que tampoco conozco.
Una vez pasado este trámite y
después de solicitar alguna cosa más, que queda para más adelante y que seguramente
tendrá que arreglarse después de alguna llamad más. Me acerqué al Registro
Civil de Córdoba para solicitar una partida de nacimiento del niño. La sorpresa
vino cuando el funcionario me dice que no aparece inscrita ninguna adopción. Si
no fuera porque tenía la sentencia y la comunicación del juzgado hacia el
registro, el susto hubiera sido espectacular. El hombre me recomienda que hable
con su compañero que se encarga de inscribir este tipo de cosas para comprobar
que dicha comunicación existe.
Recuerdo, y hoy lo he comprobado,
que la sentencia tiene fecha del 26 de diciembre de 2012. En el juzgado y hasta
su firmeza que se firma el 7 de mayo se ha llevado más de 5 meses y creo que gracias
a mi insistencia y la llamada telefónica al juzgado de la joven de la que antes
hablaba para interesarse por el tema, que si no se podía haber llevado allí
bastante más tiempo.
Pues cuando hablo con esta
persona que se dedica a inscribir estas cosas del Registro Civil me dice que
desde que se tiene la comunicación del juzgado hasta que lo podemos ver
inscrito en el registro suele tardar entre mes y mes y medio, con lo que me
recomienda que vuelva a solicitar la partida de nacimiento en el mes de julio. Esperaremos
a entonces.
Nos hemos vuelto con la sensación de tener en
mi poder un tesoro y sin embargo a tener que seguir esperando para terminar con
este papeleo burocrático que parece que no acabará nunca. El día que pueda
decir “ya está todo hecho” creo que tendré que emborracharme. O solicito una
nueva adopción, porque no recuerdo ya como era mi vida sin esperar a lago
relacionado con este tema y se me va a hacer muy rara.
LO IMPORTANTE ES QUE MI FAMILIA
YA ES INDISOLUBLE