11 julio 2006

SEPLA, O COMO PONER A UN PAÍS DE ACUERDO

Como no solo de pan vive el hombre, por primera vez voy a abrir la casita de Picalcan para que entren otros comentarios diferentes a los que normalmente son habituales aquí.

¿Os habéis dado cuenta que casi todos los años y por una vez todos los españoles estamos de acuerdo en algo? Pues sí, hacer memoria, todos los años, en semana santa, o en periodo estival, todos estamos de acuerdo en estar en contra de la correspondiente huelga de pilotos o controladores aéreos o de cualquiera que trabaja en un aeropuerto. Pero, todos, todos.

Esta visto que no hay vacaciones sin huelga de pilotos o similares, y aunque en esas épocas nadie ve la tele, todos nos enteramos de una u otra manera que se cancelan varios cientos de vuelos y que en los aeropuertos se concentran miles de afectados. Y naturalmente comprendemos su mal rato, nos ponemos en su lugar y creemos una aberración que eso se pueda hacer con unas personas.

Todos los días, cualquiera que quiera, por ejemplo, renovar su permiso de conducir debe esperar varias horas en una sala haciendo colas interminables perdiendo horas de su trabajo o de su tiempo libre. Eso lo dejamos pasar, no es tan importante. Pero que una sola persona pierda todo un día en un aeropuerto por una huelga de no sabemos quién o por qué, eso, eso.. eso es que nos pone de los nervios.

Seamos del partido que seamos, leamos el Abc o El País, oigamos la COPE o la SER, todos estamos de acuerdo en que eso no se debe permitir. No hay nada que una más a los españoles que una buena huelga de pilotos, visto está. Si hasta los políticos, sean del lado que sean, han puesto el grito en el cielo. Ni la selección española de fútbol consigue unir tanto a todo un país como el dichoso SEPLA.

No estaría mal que los de este sindicato se presentaran a cualquier elección. Por una vez no habría crispación politica y todos de acuerdo en algo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Total, si los diputados también se acaban de blindar la jubilación, para ellos, sus señoras, y hasta tres generaciones más por lo menos.
Y con una unanimidad en la votación admirable.
¡Eso también es unanimidad! Como el rechazo que provocan en nuestro asco por ser así como son ellos. También es unánime.